ACTA_SESIÓN 2_Mario Sánchez Herrero
Día: 2014-03-13Hora: 19.30
Lugar: We Traders. Nave 16. Matadero Madrid
Experto invitado: Mario Sánchez (MS)
Abre la sesión
Uriel
Fogué dando la bienvenida a la última sesión del IV Gabinete de Crisis
de Ficciones Políticas. Se da comienzo a la sesión con la proyección de una
escena de la película Soylent Green, donde se muestra
unos ciudadanos que habitan un escenario radical en el año 2022, donde tienen
que producir la energía de sus espacios domésticos mediante ejercicios físicos
del cuerpo. Se introduce el tema de la escala, del espacio interior y del
cuerpo, como vectores bajo los que abordar el debate.
Por otro lado,
se enuncian las últimas noticias relacionadas con la crisis: se ha constatado
la aparición de nuevos grupos disidentes, que desafían la Isla energética, ya sea
traficando con energías fósiles en el mercado negro o mediante actos
terroristas espontáneos de súper consumo energético para desestabilizar la
balanza de ahorro energético.
Ana Herreros
introduce al invitado, Mario Sánchez Herrero, quien
pasa a exponer la aproximación política al problema:
-Cambio de
gobierno. Es posible que el gobierno actual deje de existir si se enfrenta con
los oligopolios. Es preciso aprovechar la situación para repolitizar el espacio
ciudadano que debe dejar de ser pasivo, frente al antiguo funcionamiento centralizado
y autoritario de las grandes compañías.
-Rehabilitación
de infraestructuras. Bajo el marco de la Isla energética, muchas de las
infraestructuras operativas actualmente, constituyen un activo no amortizado y
además, pasarán a estar obsoletas.
-Transformaciones
económicas. Muchas tecnologías de gran escala (que necesitan recursos
dependientes del exterior), como las centrales de ciclo combinado están
avocadas a la quiebra.
-Empoderamiento
de los ciudadanos. Un modelo autosuficiente es viable, tanto desde un punto de
vista económico, como técnico. Es imprescindible constituir diversos equipos de
trabajo para organizar dicho modelo energético y demostrar su viabilidad. El
primero, un equipo técnico para optimizar los recursos y diseñar el despliegue infraestructural.
También, para gestionar la intermitencia en la producción de fuentes como el
sol o el viento. El segundo será un equipo económico para configurar la
política presupuestaria y la financiación del nuevo modelo energético. A día de
hoy es mas barato producir electricidad con energías limpias. De hecho, si algo
sobra en el mundo es dinero. El experto aporta algunos datos: En este momento el
diferencial con el bono alemán está por debajo de los 200 puntos básicos; la
razón por la que endeudarse sea tan barato se debe a que el dinero circula de
manera extraordinaria, con el consiguiente riesgo de una nueva burbuja. El tercero
sería un equipo de comunicación, encargado de hacer llegar el mensaje a toda la
población y contrarrestar la propaganda de las grandes compañías. Los tres
equipos deben trabajar para cambiar en un plazo de dos años la visión de la
ciudadanía.
Carlos Palacios, pregunta sobre la
repercusión de las medidas expuestas por el experto en el bienestar y en la
calidad de vida. ¿Cómo prevé ese futuro? ¿Luchando por el petróleo, como en Mad Max? Otros miembros del Gabinete
exponen su temor a que los cambios deriven en propuestas políticas populistas. ¿Cuál
es la relación del populismo y el empoderamiento ciudadano? Por otro lado, si las grandes empresas, que la actualidad cubren una parte
importante del suministro energético del país quiebran, tal vez deberían ser
nacionalizadas, como paso previo a la autogestión y, de esa manera, evitar
empezar de cero. En opinión de MS la solución no pasará por un modelo centralizado, en oposición al modelo
neoliberal. Lo que hará posible un cambio de paradigma energético es que los ciudadanos
seamos los responsables de proveernos de nuestra propia energía. Los ciudadanos
deben dejar de ser pasivos para pasar a ser los protagonistas. En cuanto a las
inversiones exteriores, MS confía en que si
el país ha sido capaz de atraer inversiones con un modelo podo adecuado, sin
duda hay que plantear estrategias para atraerlos con medidas de choque y un
modelo claro de transición. Pero, en ningún caso, hay que asumir las inversiones
fallidas en tecnologías que se demuestran obsoletas para afrontar la crisis.
Un miembro del
Gabinete pone como ejemplo de empoderamiento, los huertos
urbanos de Madrid y propone una red de talleres para concienciar acerca de
la importancia de reducir el consumo energético, tanto en las viviendas como en
las empresas. Otro miembro desarrolla el argumento para señalar la relevancia
del espacio doméstico como centro político del cambio, planteando que el
empoderamiento no se producirá sustituyendo las centrales por molinos de
viento, sino a escala doméstica. Pone de ejemplo los proyectos de la oficina elii para explicar la dimensión interescalar
de la energía y el diseño de estrategias de afecto.
Otro miembro propone
un carnet por puntos que premie la reducción de consumo. No obstante recalca el
problema de la pobreza energética para plantear la posibilidad de entender la
red distribuida como una oportunidad de redistribución de la energía lo que, a
su vez, se podría beneficiar de beneficios fiscales. MS apunta
la necesidad de dotar a la ciudad de focos de almacenamiento no contaminantes
para equilibrar la red y regular la complementariedad entre los diferentes
sistemas de generación. Insiste en que el objetivo primordial, antes de las
medidas tipo carnet o beneficios fiscales, es demostrar y trasladar a los
ciudadanos que los únicos capaces de acelerar el proceso son ellos. El tabaco es
un buen ejemplo para explicar la posibilidad de llevar a cabo grandes transformaciones
sociales en plazos cortos. Otro elemento a favor de
la transformación del modelo se basa en la gran velocidad de implantación de los
dispositivos de energía eólica y fotovoltaica, lo que posibilita alcanzar la independencia.
En consecuencia, los ciudadanos pueden y deben tomar el control de sus
infraestructuras energéticas de aquí a pocos años.
Teniendo en cuenta las transformaciones
sucedidas en otros momentos históricos donde se ha producido un desarrollo
masivo de infraestructuras de gran escala, expone UF, es previsible que este nuevo escenario también conlleve una
transformación radical en otras esferas de nuestra vida, ya sea la de la
comunidad política, la ordenación del paisaje, el espacio doméstico, las
costumbres, los ritos sociales, la alimentación, las infraestructuras, el
cuerpo…etc. En consecuencia, plantea
UF, sería imprescindible añadir nuevos
equipos, aparte del económico, el técnico y el de comunicación. Un cuarto
equipo debería encargarse de la construcción de nuevas narrativas capaces de crear
una cultura diferente y no un simple escenario simétrico por oposición
dialéctica. Parece que también va a ser imprescindible complementar el equipo
de comunicación con uno de marketing. Otro equipo podría encargarse de nuevas tecnologías.
Este equipo tendrá que encargarse de múltiples cometidos relativos a la gestión
y elaboración de la información pero, también, será el responsable de la “traducción”
del lenguaje en el que normalmente están enunciadas las problemáticas relativas
a la energía (como kilowatios) a un lenguaje comprensible por los ciudadanos.
Otro grupo debería ser el equipo político. Empoderamiento no significa ausencia
de política, sino más política. Este grupo deberá armar el contexto
críticamente y deberá definir los marcos políticos de la nueva situación. Otro posible
equipo podría ser el de archivo, encargado de la organización de la
documentación, tanto del presente, como de la arqueología. Por ejemplo, podría
ocuparse de registrar y estudiar las experiencias similares desarrolladas hasta
la fecha y el desarrollo de los diferentes experimentos sociales que se están
llevando a cabo para que éstos puedan ser evaluados. Otro, deberá centrarse,
como ya se ha enunciado, en el lenguaje. Otro, en el diseño y la experiencia. Y
seguro que hay más equipos que se irán descubriendo según se vaya conformando
esta nueva cultura. Un oyente plantea la necesidad de incorporar un equipo artístico
capaz, por ejemplo, de problematizar los conceptos con los que normalmente
convivimos y replantearlos con un nuevo lenguaje.
MS
señala la importancia de
focalizar el esfuerzo de estos equipos hacia el cuestionamiento de ciertos
conceptos-base fuertemente asumidos e interiorizados por la sociedad, como la
dialéctica de crecimiento/decrecimiento o la connotación negativa arraigada en
la sociedad que tiene el decrecimiento. Además insta a no limitarse los modelos
comparativos sino desarrollar modos de comunicación que se desarrollen en términos
cualitativos. Además, añade, el modelo actual basado en una lógica económica entendida
desde la producción, donde el consumo está al servicio de la misma, debe ser
replanteado por uno alternativo que entienda la economía desde el punto de
vista del consumidor y ponga la producción al servicio de las necesidades
humanas. Desde el mundo de la energía, concluye, se produce la oportunidad de
cambiar el paradigma hacia uno nuevo donde yo, como consumidor, decido dotarme
de la energía que necesito.
El debate toca su final con una última batería de preguntas. CP, pregunta: en el caso de que se
consiguiese la implantación de este nuevo modelo ¿qué ocurriría con los grupos
“disidentes” que se aferren al modelo anterior? ¿Cómo se puede plantear la
convivencia con estos modelos? En la última intervención de la sesión, AH plantea si se deben enfocar los esfuerzos en el ciudadano
actual y si no sería mejor concentrarse en la formación y la educación de los futuros
ciudadanos, que serán los que realmente usarán y vivirán bajo este nuevo
modelo. MS concluye que el cambio en la formación de
los ciudadanos debe ser inminente si queremos cumplir los plazos.
Cierra la última sesión del Gabinete de Crisis Uriel Fogué, realizando un rápido resumen del ciclo
de conferencias y agradeciendo al público su asistencia y participación.